Activación del ADN para la Ascensión

La semilla, cuando cae al suelo, comienza el proceso de germinación pero, para ello, necesita una seria de condiciones de temperatura, humedad, etc. que activen ese proceso ¿cómo sabe la semilla lo que debe hacer ante cada estimulo? Cuando la gallina pone el huevo, comienza el proceso de gestación de la nueva vida, del pollito, pero para ello el huevo necesita la irradiación del calor de su madre ¿cómo sabe el huevo lo que debe hacer en cada día que dura la gestación del pollito, dónde está esa información, ese programa?

En la semilla, en el huevo y en el ser humano está la información que necesita el individuo para llevar a cabo su proceso de germinación o evolución. Esta información está en lo que conocemos como ADN. El ADN, ante los estímulos correspondientes, se irá activando y así irá avanzando la transformación de la vida hacia la siguiente configuración en la que se manifestará, y todo esto en un proceso continuo que no se detiene.

En el caso del ser humano, el cuerpo humano y su mecanismo es una especie de semilla o huevo en el cual se está gestando la Vida en un proceso continuo de transformación. Este proceso depende de la activación del ADN, es decir, depende de que el ADN vaya suministrando la información necesaria para la transformación. Consideremos al ADN como paquetes de programas que están o bien activos o bien apagados. Esto depende del momento evolutivo en el que nos encontremos.  Así como el huevo necesita la irradiación del calor de la madre para gestar al pollito, nosotros necesitamos la irradiación de Luz para gestar la Vida del Ser que somos.

En el huevo se encuentran dos genéticas distintas, la del padre y la de la madre. En el ser humano sucede igual pero, existe otra convergencia de naturalezas, en nosotros y dado que somos la última expresión de la 3D, convergen dos naturalezas de ADN uno que representa la naturaleza humana propiamente dicha y contiene la información de toda la historia de nuestro linaje humano desde el primero y, por otro lado, el ADN Cósmico o Divino, en el cual está toda la historia no solo de las vidas como humano sino todas las vidas desde la separación o Caída de la Fuente. El ADN Cósmico y el ADN humano se combinan en cada encarnación enriqueciendo uno al otro con nueva información surgida de la experiencia y con información almacenada de experiencias pasadas.

Así como el ADN humano determina el cuerpo y sus cualidades, el ADN Cósmico determina también ciertos atributos de forma y cualidades Divinas, ese es nuestro Cuerpo de Luz y las cualidades Divinas que son naturales a ese estado. Activando el ADN Cósmico, no solo “encendemos” el Cuerpo de Luz sino que activamos las cualidades propias de ese estado de iluminación, y es esta activación lo que nos permite recordar las experiencias de vidas pasadas no solo como seres humanos sino, además, en otros estados de Ser.

Este recordar no necesariamente debe surgir como una imagen vivida de lo que fue, puede ser así, pero no necesitamos eso sino que lo más importante que surge de este “recordar” es la comprensión del ahora con una profundidad y amplitud extraordinaria. No sirve de mucho recordar lo que fuimos en otras vidas sino comprender lo que somos más allá de cada encarnación para poder darle a ésta vida el sentido que más favorece a nuestro propósito de Evolución.

Como sabemos, la Tierra está recibiendo irradiaciones extraordinarias de Luz en los últimos años y esto es similar al calor que irradia la gallina sobre sus huevos, es decir, esta irradiación activa el ADN y libera los paquetes de información que necesitamos para avanzar en el proceso de transformación hacia el nuevo ser. Esta activación suscita movimiento y ese movimiento, si existen bloqueos que lo intentan detener así como una especie de dique que pretende frenar el cauce del río, entonces esta activación suscita conflicto, malestar y dolor y puede, inclusive, detenerse.

Los procesos de sanación deben enfocarse en este momento en la liberación de todo bloqueo que detiene o impide la activación del ADN pues necesitamos de la liberación de esos paquetes de información para que la transformación se produzca. Lo mejor que podemos hacer en este momento y para favorecer este proceso es “soltar” todo lo que nos aferra al “viejo paradigma”. Parate un momento y observá tu  vida, observá a los demás yendo y viniendo, observá los autos y todo el movimiento, todo eso se mueve detrás de una idea y si esa idea cambia cambia el sentido del movimiento. La idea que sostenía al mundo tal como lo conociste ha cambiado pero la nueva información está siendo liberada de a poco, por ello, insistir en lo mismo es interferir el proceso. Si no sabes qué hacer, NO HAGAS NADA! hoy es más valioso NO HACER que “hacer” pues al hacer sin comprender lo que pasa podes interferir este proceso de Ascensión o bien hacerlo más doloroso de lo que debería ser.

 

Saludos
Nicolás Niglia

3 comentarios en “Activación del ADN para la Ascensión

    1. estarparaser Autor

      Si al caer nos levantamos, y al volver a caer nos volvemos a levantar está claro que lo que debemos hacer la siguiente vez que caigamos no es levantarnos sino comprender por qué caimos, por qué nos levantamos, a donde vamos y a donde queremos ir… A veces, cuando no sabemos a dónde vamos, cuando no entendemos por qué nos pasa lo que nos pasa, en vez de insisitir en «levantarnos» ni bien nos hemos caido, tal vez deberiamos aprovechar la pausa para resetearnos y volver a empezar desde una idea distinta acerca de nosotros mismos, de lo que es bueno y de lo que es malo… cuando no cambiamos el paradigma que rige nuestro rumbo, las caidas pueden ser una salvación. Mientras no comprendamos por qué nos pasa lo que nos pasa, lo mejor es no tomar nuevas decisiones desde la ignorancia sino enfocarnos en comprender qué nos esta pasando realmente y a donde nos lleva lo que hacemos a diario. Saludos Nicolas

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